Encargo
No me des tregua, no me perdones nunca.Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.¡No me dejes dormir, no me des paz!Entonces ganaré mi reino,naceré lentamente.No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;tállame como un sílex, desespérame.Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.No me importa ignorarte en pleno día,saber que juegas cara al sol y al hombre.Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,lo que nadie te pide: las espinashasta el hueso. Arráncame esta cara infame,oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.
No me des tregua, no me perdones nunca.Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.¡No me dejes dormir, no me des paz!Entonces ganaré mi reino,naceré lentamente.No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;tállame como un sílex, desespérame.Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.No me importa ignorarte en pleno día,saber que juegas cara al sol y al hombre.Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,lo que nadie te pide: las espinashasta el hueso. Arráncame esta cara infame,oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.
J. Cortázar
París, 1951/1952
(basado en la pintura de Frida Kahlo, Autorretrato con pelo cortado 1940).
Escrita por la pluma de la Poniatowska, Frida dice: "Las manos que ves tomaron la tijera y cortaron mi pelo, segaron los cabellos largos en el suelo, me vistieron de hombre, abotonaron los botones de mi bragueta y escribieron la canción: "Mira que si te quise fue por el pelo, ahora que estás pelona ya no te quiero". Todo lo pinté, mis labios, mis uñas rojo-sangre, mis párpados, mis ojeras, mis pestañas, mis corsés, mi desnudez, mi sangre, la sangre que salió de mi cuerpo y volvieron a meterme, los Judas que me rodean, el que cuida mi sueño en la noche, el Judas que me habita y no dejo que me traicione. Esta que ves nunca quiso ser como las demás; desde niña procuré distinguirme para que me pusieran en un altar. Supe siempre que en mi cuerpo había más muerte que vida. Desde pequeña me di cuenta, pero entonces no me importó porque aprendí a combatir la soledad. A un enfermo lo aíslan. A los amigos se les conoce en la cárcel y en la cama".
La muda
y la muda, enmudecida se mudó..., llevándose su muda.
1 comment:
Maravillosa! Cómo fui capaz de producir tanto talento!
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